martes, 3 de junio de 2008

Correo de CARMELITAS

Ubicado en la Avenida Urdaneta, Esquina de Carmelitas. Declarado Monumento Nacional según Gaceta Oficial N° 33.009 del 08 de abril de 1984. En 1781 en este solar estaba la Casona del Conde Martín de Tovar; en el año 1799, Humboldt y Bonpland se hospedaron en este edificio, al llegar a Caracas. Los notables de la ciudad de Caracas dan un banquete a El Libertador en 1827. Durante la Guerra de Cinco Años de 1860 a 1861, la esquina de Carmelitas se convierte en morada presidencial. Desde el año 1960 al 20 de mayo de 1861 es cuando desempeña funciones constitucionales de Presidente de Venezuela, Manuel Felipe de Tovar, bisnieto del Conde y a quien en línea de sucesión correspondía el título. Pasa al gobierno el edificio siendo utilizado para varias funciones gubernamentales, entre ellas, sede del Ministerio de Guerra y Marina. En marzo de 1932 se inicia la remodelación de la Casona, para destinarla a la Dirección General y a la Administración Principal de Correos de Caracas, la construcción se ejecuta según el proyecto de Horacio Soriano, donde se coloca el tercer piso, se modifican las fachadas norte y este, se corta el ángulo recto que formaban sus fachadas en la esquina y se colocó un frontispicio con nuevas puertas y ventanas, se conservó la escalera de piedra y algunas paredes internas. Esta edificación se encuentra en la Avenida Urdaneta, una de las principales vías de tránsito del centro caraqueño y dentro de las 25 cuadras fundacionales. Su fachada se encontraba sumamente deteriorada y con la restitución cromática, la iluminación monumental y el tótem identificativos, la edificación ganó vistosidad, generando un gran impacto en los transeúntes.

La historia de las Carmelitas Descalzas en Venezuela se remonta hacia el año de 1.725 cuando por primera vez llegan las hermanas al país. Aquel monasterio se ubicó en la actual esquina de Carmelitas de Caracas; pero fueron expulsadas del país por los decretos de exclaustración de Guzmán Blanco de 1872 y 1874. Sin embargo la providencia divina tenía en sus planes, que la presencia de la hermanas volviera de nuevo a nuestra patria, hecho que aconteció en el año 1957. A continuación presentamos una reseña histórica de la presencia de las Carmelitas Descalzas, en nuestro país, tomada del libro: "El Carmelo en Venezuela", y escrita por Petra Sulbarán en el año 1.982. [ver reseña] INICIOS En Caracas existió un monasterio de Monjas Carmelitas desde principios del siglo XVIII. Pero aquel tiempo, Caracas era una ciudad pequeña, de apenas unos seis mil habitantes. La vida en la ciudad era sencilla y relativamente tranquila; la ciudad contaba ya con un monasterio de Monjas Concepcionistas, fundado en 1617, situado en la esquina Las Monjas. A principios del siglo XVIII, Doña Josefa de Ponte y Aguirre, dama distinguida y noble de la sociedad caraqueña, al quedar viuda siendo aún joven, decidió fundar un Monasterio de Carmelitas Descalzas y hacerse religiosa. Con el capital aportado por doña Josefa y por otros bienhechores, se aseguró la subsistencia del monasterio, cuya fundación fue autorizada por real cédula de fecha 10 de octubre de 1725. El Obispo de Caracas, Mons. Juan de Escalona, fue un entusiasta promotor de la fundación, y empezó la construcción del monasterio en las cercanías de la ermita de Santa Rosalía en el año de 1727. Monseñor Escalona se proponía traer religiosas carmelitas del monasterio de Bogotá para la fundación de Caracas, cuando fue trasladado a la Diócesis de Michoacán, México. Sin embargo, recomendó a su sucesor, Monseñor Juan José Valverde, la fundación del Monasterio. Monseñor Valverde, al llegar en 1731 a Caracas, procedente de México, trajo consigo a las monjas carmelitas que son instaladas solemnemente en la casa de Santa Rosalía el día 19 de marzo de 1732. Pero el Monasterio, que estaba situado fuera de la ciudad y en un lugar despoblado, no 'fue del agrado de las religiosas, que vivían atemorizadas en aquel lugar. Apenas un mes después de inaugurado el monasterio, las monjas se trasladaron a una casa cerca de la Catedral, y cuatro de ellas regresaron a su monasterio de origen, en México. Sólo una mexicana se quedó, y se ofreció al Sr. Obispo para continuar la fundación en Caracas, junto con algunas vocaciones nativas. Doña Josefa de Ponte y Aguirre ofreció dos casas de su propiedad, situadas en la esquina que hoy lleva el nombre de Carmelitas, al lado de la Iglesia de Altagracia, para el nuevo monasterio. Para octubre de 1736 el monasterio fue ocupado por las religiosas, aunque no fue terminado definitivamente hasta 1739 cuando fue inaugurado y bendecido solemnemente el santuario. Allí estuvieron las Carmelitas Descalzas hasta el mes de mayo de 1874 en que fueron expulsadas del monasterio en virtud de los decretos de Guzmán Blanco, de fechas 11 de septiembre de 1872 y 2 de mayo de 1874, en los que ordenaba la supresión de los monasterios. El edificio del monasterio, que fue remodelado después de la expulsión de las religiosas, sirvió de sede para el Ministerio de Hacienda. En la actualidad, en el lugar que ocupó el monasterio se levanta el edificio sede del Banco Central de Venezuela.

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