martes, 3 de junio de 2008

Esquina LAS GRADILLAS

El nombre de Las Monjas parece algo inadecuado para una esquina donde se encuentra el edificio del Capitolio Nacional, la Casa Municipal, una plaza y un rascacielos, donde se encuentran numerosos joyeros, pero hay una particular razón que deriva su nombre. A principios del siglo XVII, hubo una viuda rica que decidió dedicar su vida y fortuna a la Iglesia. Ella era la dueña de la manzana entera donde se encuentra hoy el Capitolio, donde había una casa de dos pisos. La viuda convirtió este edificio en el Convento de Santa Clara. Entonces, ella, sus cuatro hijas, tres sobrinas, y otras dos jóvenes, tomaron los votos como monjas de esa orden. La orden creció hasta que en 1760 ya existían 70 monjas. Es interesante notar que todas las monjas eran blancas, ya que la orden no aceptaba personas de sangre mestiza. Luego, en 1874 el presidente Guzmán Blanco emitió un decreto prohibiendo todos los conventos y monasterios de Venezuela, alegando que "una República de finales del siglo XIX con ideal tan liberales era inconcebible que existieran estos conventos donde la gente se encierre para toda la vida". Así que el convento Santa Clara fue cerrado, las monjas desalojadas y el edificio demolido para dar paso al actual edificio del Capitolio, sede del Congreso.

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