martes, 3 de junio de 2008

San José

Después del terremoto del 26 de marzo de 1812, el Arzobispo Don Narciso Coll y Prat y el Cabildo Eclesiástico se instalaron en la Sabana de Ñaraulí, al norte de la Ciudad. Al poco tiempo fue edificada una capilla de bahareque y techo de tejas, de unas cuarenta varas en cuadro, que fue la nueva iglesia Metropolitana provisional. A su rededor se ubicaron unas doce mil personas, en su mayoría gente humilde, que buscaban la protección del Prelado. Pero el lugar ya se estaba poblando antes de 1812. El 20 de agosto de 1810, en el Tribunal de Policía, Habiéndose visto la instancia de Doña Josefa de la Madriz solicitando se le conceda un solar en la sabana que nombran de Ñaraulí, perteneciente a los propios de esta ciudad..Acordaron conceder como conceden a la referida doña Josefa Leonarda de la Madriz el solar indicado…y linda por el oriente, calle real de por medio, con solar de propios, por el poniente con cerca de don Martín de Herrera, por el norte, calle real de por medio, con cerca de don Manuel de Lizanas… Cuenta el Cronista Núñez el origen de la parroquia Después de la entrada de Monteverde en la Ciudad, en Ñaraulí celébranse honras por los caídos en el campo de batalla y se canta un Te Deum por la victoria de las armas de Su Majestad Católica. El Arzobispo y el Muy Venerable Señor Deán y Cabildo encontraban muy apropiado para estas ceremonias el sitio de Ñaraulí. No así los señores del Ayuntamiento, que consideraban desdoroso ir hasta aquel sitio. Una legua de camino entre ida y vuelta por los lugares más escombros, quebrados y desiertos de la Ciudad. Se veían obligados a ir a caballo y a formarse en cuerpo a las puertas de la capilla, que les resultaba pequeña y baja, y no en la Sala Capitular, como era debido. Estas incomodidades dan lugar a muchas querellas y desavenencias entre las autoridades de la Ciudad. En abril de 1813 la Metropolitana ha vuelto a su antigua sede, pero muchos de los habitantes de Ñaraulí no abandonaron sus ranchos. Setenta y seis años después, el 2 de enero de 1889, El presidente Juan Pablo Rojas Paul decreta la construcción de un tempo en aquella parte de la Ciudad. La nueva iglesia estaría dedicada a San José. Los trabajos para la construcción del Templo de San José se iniciaron el 5 de febrero de 1889 y marcharon con tal celeridad que la obra quedó terminada en nueve meses, siendo inaugurada el 8 de noviembre del mismo año. Se invirtieron Bs. 370.388. El 16 de octubre de 1889 San José quedó constituida, junto con la Pastora, en parroquia civil y eclesiástica, desmembrando de Candelaria todo el sector al norte de la Calle Este 7. Siguiendo la tradición caraqueña de dar nombre a las esquinas, la mayoría de éstas en ambas parroquias fueron bautizadas con nombres de santos, pero fueron nombres adjudicados expresamente, no de origen popular.

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